Arquitecto: Pedro Lafuente Lles y Rafael Beneytex Duran
El Palacio de Congresos es un inmueble polivalente que se divide en dos grandes salas con sus correspondientes espacios complementarios. La primera de ellas es la destinada a ferias y salones monográficos.
La otra gran sala es la del teatro-auditorio que también hará las veces de salón de plenarios en los grandes congresos. Esta pieza cuenta con la caja escénica mayor de Aragón, ya que ocupa 400 metros cuadrados, y una excelente sonoridad. En dicha caja escénica es donde se ubica la cámara de conciertos.
A esta sala se unen otras de menor dimensión en las que poder llevar a cabo conferencias y ponencias durante los congresos.
Esta cámara de conciertos se compone de 11 torres y 5 techos (4 cubriendo la cámara y 1 el proscenio) con los que se cierra la caja escénica estética y acústicamente. La cara noble de la cámara está acabada con madera de roble barnizada en mate ignífugo. La cara trasera está acabada en negro mate ignífugo. Así mismo, se pueden diseñar multitud de variantes a petición del cliente como realizarla en cualquier acabado que se encuentre en el mercado.
Gracias a la concepción modular de la cámara, con pocos elementos de gran superficie proyectante, se consigue que el montaje y desmontaje de la misma se pueda realizar con poco personal de forma muy rápida.
Las torres tienen una altura de 9 metros y una envergadura de 3 metros con las alas desplegadas. Estando plegadas la envergadura se reduce a tan sólo un metro, lo que permite almacenarlas en un espacio muy reducido sin comprometer la caja escénica para otras representaciones o actividades. Las torres están contrapesadas y disponen de sistemas de nivelación que permiten aplomarlas y alinearlas con las torres contiguas durante el montaje de la cámara
Cada techo está suspendido de dos líneas de cuelgue, lo que permite regular su orientación y ajustar de esta manera la respuesta acústica de la cámara de conciertos. Los techos se pueden descolgar sobre el suelo para desplazarlos mediante sistemas de rodadura escamoteables y almacenarlos en posición vertical en la chácena o en la corbata según se requiera. De esta manera se consigue liberar gran parte de la caja escénica para permitir el uso de las barras y motores puntuales que en cada momento sean necesarios.
Cada techo integra los focos de iluminación y la instalación eléctrica necesaria.
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